Seing you off.

Ya no pude más. El elástico se rompio. Ya estaba desgastado y hoy terminó de quebrarse. Pienso que capaz siempre fue así, pero yo estaba ciega. Todavía sigo ciega, pero intento entender las cosas sin dejarme llevar por mi subjetividad.

Quise escaparme de todo, quise pensar que todo iba a cambiar: pero mañana ya se cumplen cinco meses y todo sigue exactamente igual, o peor. Ahora sí, supongo que puedo despedirme. Pero no va a ser como las otras despedidas, espero que esta pueda ser de enserio (Espero? Realmente lo espero?). Pero sí, tiene que ser enserio, no puedo seguir formando parte de esto. No puedo sabiendo que estoy de más, sabiendo que nunca te hize falta como vos me hiciste falta a mi. Nunca existio un puto equilibrio en la relación, nos íbamos de un extremo al otro cada fin de semana, como en un sube y baja. Pero no tuvimos ni una sola semana de paz en meses, creo que es hora de relajarse un poco, no? A los dos nos gustaba que el otro nos llame, que nos abraze, que nos diga cuando nos quieren, pero nunca ninguno consiguió lo que quería. Capaz a vos si te alcanzó, porque vos no me necesitaste nunca. Pero no era suficiente para mí, que te quería con el alma y no podía nunca tenerte para mí. Y realmente te quería, me dispuse a cualquier cosa para poder conseguir lo que quería, Dejé que hicieras lo que quisiste, que vinieras cuando quisieras, que hicieras y deshicieras sin importarte nada de mí. ¿Pensás que sos el único que extraña? Además, hay muchas diferencias entre nosotros. Pero la más notoria es que yo no me quiero nada y vos te amas demasiado. Tanto que en vos no hay lugar para mí. Tal vez encuentres a alguien a quien ames tanto como te amas a vos mismo y ese va a ser el amor verdadero. La pregunta es: ¿por qué no me dijiste desde el principio que te habías tomado nuestra relación de otra manera? ¿Por qué no me advertiste? Te hubiera amado menos, te hubiera dado menos. Ahora estoy atada a vos y es un infierno; por eso decido alejarme ahora. Porque si seguimos con esto que no tiene nombre, voy a amarte cada día mucho más y no es eso lo que quiero.

Lo que más duele es que nunca tuve prioridad en tu vida. Tu felicidad era condición única para que yo estuviera bien. Siempre te tuve arriba, como el religioso tiene a Dios. Pero yo nunca te interesé demasiado, sino hubieses tenido más ganas de verme. Tal vez tantas como yo. Nunca tuve prioridad en tu vida, mientras que vos fuiste todo en la mía. Ni como novio, ni como hermano, ni como amigo; me duele verte, escribirte o escucharte. Así que a partir de hoy, voy a empezar de nuevo. No quiero hablar con vos. No quiero verte, no quiero escucharte. No me gustó tu “manera”.